Mini Candy Bar

lunes, 17 de octubre de 2011


Holaa todos!
Durante esta semana no subiremos ninguna entrada nueva por motivos técnicos.
Seguiremos en contacto en nuestro perfil de Facebook.

Gracias!

domingo, 16 de octubre de 2011

Terrones Nocturnos

La Alianza de las Habitaciones

Por fin terminaron las obras. Hace mucho tiempo ya que tenían planeado reformar una parte de la casa. Estaba muy viejita, y le hacía falta algo más que un lavado de cara. Así que se decidieron, contactaron con el operario y comenzó el estrés. Estaban preparados para la guerra.
Tiempo atrás, habían sufrido variadas y pequeñas reformas, hechas a contracorriente y por los típicos chapuzas de poca monta. Así que hartos de tanto remiendo decidieron armarse de valor y reformar profundamente la entrada, la cocina y los dos baños.

Mi padre, tenía en la cabeza la reestructuración de esa parte, pero de nada le sirvió. Es inútil luchar contra nosotras dos juntas. Por muy Coronel que sea, por mucho bigote que tenga, madre e hija juntas somos invencibles. Aunque solo sea dentro de casa, nosotras mandamos en nuestro cuartel particular. Mi madre me había pedido ayuda, así que sin pensármelo dos veces, firmamos la "Alianza de las habitaciones". Unidas frente al invasor de las ideas lógicas, pusimos todas nuestras fuerzas para vencerlo y conquistar los territorios de la reforma.
No tuvo más remedio que sucumbir. La lucha fue dura, durante unos días, pero poco a poco íbamos ganando batallas, hasta conseguir ganar la guerra.

La primera resistencia fue conseguir que el baño de cortesía no tuviera ducha.
- ¿Pero como no vamos a poner una cabina de ducha? ¿Y si alguna vez se estropea el otro baño?

- Pero vamos a ver... Si en 20 años no se ha estropeado... ahora que vamos a cambiar las tuberías... malo será!

Dos frases más y lo desarmamos. Vencido. A por otra.

- ¿Pero como no van a tener azulejos las paredes del baño? ¿Y la humedad?

- Pero vamos a ver... Si no vamos a poner la ducha... ¿qué humedad puede provocar que alguien se lave las manos, como mucho?

Dos frases más, y lo desarmamos. A por la siguiente. Estaba resultando bastante fácil.

- ¿Como que una alfombra hecha de baldosas pintadas?

- Vamos a ver... Si no ponemos azulejos ni grecas, algo hay que poner... y hemos visto ya unas losetas preciosísisimas pintadas a mano, en los mismos tonos ocres de la pintura de la pared.
Se rindió al momento. Este enemigo estaba dominado. A por otra.



Seguimos avanzando en el territorio, llegamos a la cocina. Mamá tenía muy claro lo que no quería, y precisamente era lo que el enemigo pretendía. Quiero los muebles claritos, y el suelo oscuro. No quiero grecas ni artificios. Quiero una despensa con grandes estanterías para guardar todo y que no haya cosas por el medio. Y lo más importante: No quiero discutir, y no quiero tener que llamar a tu hija, que está ocupada.

Así que allá fuimos a elegir muebles, baldosas, tiradores, campanas, etc... Durante esa búsqueda lo pasamos muy bien. Creo recordar que ya en su día os conté algo en otro Terrón Nocturno. Si. Se titulaba: " De tal palo, tal pastilla". Me acuerdo perfectamente. Unas gamberras. Unas risas.

La invasión de la cocina fue muy fácil, así que casi sin haber encontrado resistencia avanzamos hasta el territorio más hostil. El baño. Allí el Coronel creía haberse hecho fuerte, pero era una ilusión.

-¿Cómo que no una bañera?

- No, hemos decidido que una cabina bien grande.

- ¿Pero y si hay niños?
- Vamos a ver. El menor de tus hijos tiene 35 años. Abre los ojos, a estas alturas es más probable que tengamos una invasión de marcianos que de nietos. (Esto lo dijo con pesar... le hubiera gustado seguir creyendo lo contrario)
Es cierto que hicimos una concesión. Pese a que no nos gustaba nada, nos dio cierta pena el enemigo abatido en todos los frentes y le permitimos que hubiera un baño completo, con todas sus piezas, su ducha, su wc y su bidé. Hubiéramos arramplado con alguna de ellas, pero como en todas las guerras tiene que haber muertos, esa concesión cuenta como uno de ellos.

Así que poco a poco nos hicimos con absolutamente todo el territorio a nuestro antojo. Una habitación para planchar, otra para el despacho, fuera el gotelé de todas las paredes, buenas luces en todas partes, y cortinas nuevas para casi todas las estancias. Ya estaba la infantería desplegada, sólo faltaban los soldados rasos, que hicieran el trabajo de campo.
Llegó el día, y recibieron a la escuadrilla. Indicaciones por aquí, vigilancia por allá. Mi madre estaba en todo. A veces me llamaba para pedirme consejo. Por teléfono también se pueden hacer grandes cosas. Después de mucho luchar, un día, debido al cansancio de varias semanas en el frente bajó la guardia, y pasó lo que tenía que pasar.

Un operario y ella estaban analizando como poner una de los muebles, cerca de la entrada de la cocina. Él le aconsejaba una determinada manera., pero ella, con voz firme le espetó:

- No, debe ir en el otro sentido. Siempre tengo estas piernas abiertas.

(Se hizo un incomodísimo silencio)


Fue en ese preciso instante, cuando mi padre, hizo gala de su sangre y galones y se hizo cargo de la situación. No tuvo que luchar. Ella se rindió y le entregó las armas. Ahí demostró la garra, su hombría y sus dotes de mando. Había vuelto el Coronel. Gracias a Dios.

Mi madre ya no apareció más en las trincheras. No me extraña nada. Sé lo que es.La genética es la genética.Siempre lo he dicho: de mi madre heredé el gamberrismo y los despiste, y de mi padre, el bigote. Vaya, se me ha vuelto a escapar otra de mis miserias.



Miss Owl







































viernes, 14 de octubre de 2011

SugarHolic

Es demasiado. Este verano ya dura mucho.
El martes llegué de viaje, con mis botas, mi plumífero y mi chubasquero, y un golpe de calor casi me mata. ¿No va a llover nunca? Jamás hubiera imaginado que podríamos tener problemas de abastecimiento, pero así es. En Galicia hace falta agua.
Y, personalmente el cuerpo me lo pide. Aunque después acabe hasta el mismísimo gorro de tanta lluvia, ahora la necesito. Así no hay quien se centre.

Unas gotitas, por caridad!!!




Miss Owl

jueves, 13 de octubre de 2011

Estanterías para las Lecturas

Otro jueves de bochorno; y con ello no me refiero a que me vaya a ocurrir alguna de las mías. Aunque es probable dados mis antecedentes, aun no soy vidente. Me refiero a que el calor no cesa. Seguimos con las mejores temperaturas del verano, que ya no es.

Pues como la vida sigue, seguiremos con nuestras recomendaciones. En esta ocasión le toca el turno a "PEQUEÑOS CONTRATIEMPOS", de Jennifer Weiner. Es la misma autora de "En sus zapatos", novela muy recomendable, igualmente.

Es una historia tierna, divertida amable y apasionate, sobre la amistad, el amor y las ganas de sentir la vida.





La historia está protagonizada por tres jóvenes mujeres que se conocen en una clase de yoga para futuras mamás. Becky es chef en un bistró de moda, acosada por una suegra venida directamente del infierno; Aynde, es la esposa de una estrella de la NBA que intenta seguir al pie de la letra la guía para una maternidad satisfactoria y Kelly, una organizadora de eventos obsesionada con planear su vida hasta el último detalle.

Juntas aprenden el secreto para sobrevivir a los pequeños terremotos diarios a los que se enfrentan. El sexo, la maternidad, el trabajo, las decepciones con los hombres, las suegras insoportables y, sobre todo, la amistad más sincera, salpican el camino de este grupo de mujeres de Filadelfia con las que lectoras de todo el mundo se identificarán.


Miss Owl

martes, 11 de octubre de 2011

Fiesta cumple 38 años a la carrera.


Esta Fiesta cumple 38 años a la carrera, la hicimos tal cual, a la carrera.
El tiempo que tuvimos para preparar todo fue tan poquito que no tuvimos otro remedio que correr, correr y correr.

Nieves, de Sugarsens, nos envió un mail tan especial que no pudimos negarnos a participar en esta fiesta sorpresa para su marido, sabiendo que tendríamos que ir a toda pastilla.

La temática que Nieves quería era "las carreras", y la frase a seguir, "Run, Forrest, Run”, aunque un poco tuneada...

Con esto en la cabeza nos pusimos a pensar. La paleta de color nos parecía que debía ser muy masculina, pero a la vez alegre y deportiva.
Se la enseñamos a Nieves y en cuanto nos dio su aprobación, todas nos pusimos a trabajar y digo todas, porque fue tal cual. Nieves preparó unos macarons, la tarta y mil dulces más, en estos colores, que tengo unas ganas de verlos!


Gracias Nieves por confiar en nosotras, y por ese mail en el que nos decías que a Álvaro le había encantado todo (sabes que estabamos nerviosas!).








La guirnalda "Run Álvaro Run".


La guirnalda "dorsal".


Casi todo el kit, faltan los pompones de papel de seda y los caminos de mesa.

Dentro del kit, iba una Mini que titulamos "Run Álvaro Run".



Corredores, pies, zapatillas de deporte, las copas del ganador...





Las bolsitas de la Mini.

Los preparativos siempre son un poco locura y nuestra mesa suele tener este aspecto.

Ahora sólo nos queda por ver las fotos del resultado final, de como quedo todo montado. Así que ya sabes Nieves, te estamos esperando!


lunes, 10 de octubre de 2011

Porque no todos los niños vienen de París

Porque no todos los niños vienen de París,  porque muchos niños vienen de otros países, porque a nosotras nos encantan esos niños...pues por todo eso y mucho más, hemos decidido lanzar una pequeña colección de Niños del Mundo, pensada en todos ellos y donde encontraréis diferentes productos, que poco a poco os iremos mostrando.Conocéis el álbum que le hice a mi hija ALicia? Pues ahí empezó todo.

Lo primero que queremos enseñaros son las galletas tan maravillosas que nos han preparado las chicas de Divinas Cookies and Cakes, que servirán para adornar las Mini Candy Baby, para las Presentaciones familiares, para los cumples y para todo lo que se nos ocurra!
Los detalles están tan cuidados, que dará una pena tremenda comérselas, y eso que están buenísimas!







Os Fijáis que tiene barriguita?



Las galletas al detalle:







domingo, 9 de octubre de 2011

Terrones Nocturnos

Domingo de confesión. Otra vez. Estoy empezando a dudar que esto sea una buena idea. Todo el mundo predica a bombo y platillo sus hazañas, sus heroicidades, y sus proezas. A mi se me da por hacer públicas mis salidas de tiesto, mis meteduras de pata y mis vergüenzas.



De verdad que este fin de semana lo voy a dedicar a reflexionar sobre si quiero que el mundo me conozca por ser un desastre. ¿Es que acaso no tengo nada bueno que contar...? ¿Es que no hago cosa bien hecha, de principio a fin...? Prefiero pensar que lo bueno no es tan divertido. En fin, lo pensaré detenidamente durante estos días. Bueno, prometo hacerlo si tengo tiempo.



De momento, y como soy fiel cumplidora de mis obligaciones para con este santo blog, ahí va otra confesión.


Ave María purísima.
Abro paréntesis para advertiros que como de todo hay que aprender, quizás no venga mal, tomar nota, para aprender de mis errores (u horrores, podía decir). Vuelvo a cerrar paréntesis.




Me viene a la cabeza esta historia, recordada por mi hermana Beth, que acaba de asistir a una boda en la que a ella y a su pareja, les han obsequiado con el premio de los novios que culminan el pastelón nupcial. A ella le pareció un horror por la vergüenza. A mi por el objeto en si.¿Qué hacer con esas cosas? ¿Cómo puedes deshacerte de esos regalos feos y que no sirven para nada, sin dejar huellas de claros indicios de desprecio? Difícil solucion. Veréis.


Hace años, casi casi intentando forzarnos a una boda innecesaria, un familiar (no pienso decir si suyo o mío, para no hacer más grande la herida) nos hizo un regalo muy especial. Se trataba de una pareja de lamparitas de mesilla de noche. Horrorosas. Espantosas. Le daban un susto al miedo. Ni siquiera dignas de una feria dominguera de pueblo.






 (Nota: repito la foto por que eran dos...)



Tenían tanto plateado y tantas lágrimas de cristal, que cada vez que se encendía una, emergían como por arte de magia un millón de pequeños arcoiris, que no solo adornaban las paredes del dormitorio (incluso también nuestras caras... nada escapaba de aquellas malignas escalas de color), sino que hacían lo propio en el pasillo, en el despacho... y si la estructura del edificio no lo remediara, llegarían hasta los límites de la provincia de Pontevedra, atravesando la meseta y llegando al mismísimo Chueca.



Tanto era así que duraron en la habitación un cuarto de hora. Al rato de desenvolverlas, tras los agradecimientos oportunos, acabaron en el bendito trastero, eso si, bien tapaditas, para no desentonar con las cosas tan monas, pero tan inútiles que se agolpan en él.

Así pasó el tiempo, y en nuestro dormitorio, sobre las mesillas lucían un par de lamparitas mucho más humildes, mucho más sobrias, pero muchísimo más bonitas que aquellas. Y un día, aquel familiar tan dadivoso nos hace una llamada de advertencia, a media tarde tendríamos el honor de invitarle a un café en nuestra casa. Uf! Eso de llamar si que había sido un detalle. Estuvimos rápidos. Corrimos al trastero, desevolvimos los adefesios, soplamos el polvo acumulado de los meses de exilio, y las colocamos diligentemente, una en cada mesilla. Dejamos a las impostoras a la vista, y las titulares acabaron debajo de la cama, agazapadas, esperando que terminara el teatrillo.



Me permití el lujo de hacer un bizcocho, con frutos secos y frutas escarchadas, de esos que les gustan a los mayores, y que a los niños les da por sacarle los colorines. Preparé el café y puse una mesa monísima (cosas que una aprende de pasar horas con su amiga Rebeca...)





Antes de tomar el café, inquisitoriamente y con un plan perfectamente preconcebido, quiso comprobar que el regalo que nos había hecho, cumplía su función, y casi sin decir nada, nos invitó a que la invitáramos al dormitorio. Llenos de orgullo por no dejar que nos pillaran en aquel renuncio, con calma y seguridad avanzamos por el pasillo.


- Ahí están, mira que bonitas que bonitas quedan!. Dice ella

- Si, si, una preciosidad Rose. Muchísimas gracias, no tenías por qué hacerlo. Nos han encantado. (Lo se. La hipocresía es algo muy feo, pero en ese momento valoré ser buena y condescendiente, o ser sincera y cruel. Opté por lo primero).



- ¿Y es verdad que al encenderlas, hay destellos?, Me lo prometió el vendedor. Preguntó interesada.



- Rose, se hace un mundo de ilusión y fantasía en toda la haitación. Es una iriscencia contínua. Una preciosidad. Mira, te lo voy a mostrar. GRAVE ERROR. GRAVÍSIMO ERROR.

Cuando le di al interruptor de la pared, se encendieron las lamparitas. Pero las que estaban debajo de la cama. Tanta luz había allí abajo, que parecía que de un momento a otro iba a aparecer E.T. vestido de señora con sombrero. ! Qué vergüenza más grande! ¿Pero como podía haberme olvidado de desenchufar las ocultas y no enchufar a las impostoras? Fué horroroso. No hubo explicación. No pude volver a abrir la boca en toda la tarde. Mr. Owl y yo nos miramos con pavor. Nunca había visto tanto miedo en sus ojos. Supongo que él, en los míos vió lo mismo.




Así que volvimos al salón, intentamos tomar el café con un poco de bizcocho. Ella, para romper el hielo me preguntó si lo había hecho yo. Lo negué. Aunque era cierto, total seguro que pensaba que le estaba mintiendo. Qué humillación.







Si, yo si os huiera pasado a vosotros tambien me reiría. El caso es que aun no lo he superado.



Miss Owl

viernes, 7 de octubre de 2011

SugarHolic

Siendo viernes debería tener una sonrisa más grande en el pico, pero es que aún no se me ha pasado el enfado de ayer. Pero estoy segura que ahora, al contároslo se me pasa, y nada me va a aamargar este fin de semana, ni siquiera la falta de civismo de la gente.

Os cuento. Ayer salí a dar un paseo a última hora de la tarde, y me encuentro a una señora toda mona, con sus tacones, su pelo de peluquería, el tintineo de sus pulseras y una cadena adornada con lazos y  strass que la unía a un perrazo. Ambos paseaban tranquilamente cuando, de repente el perro se para en seco y se dispone a hacer sus necesidades. Allí mismo. En medio de un parque tremendamente transitado. Es un perro.

Ella, decide que para darle tiempo e intimidad al perro, va a llamar por teléfono a alguien. Al poco tiempo, el perro ha terminado y ella sigue chachareando. Así que cuando es consciente que ya puede moverse, como quien no quiere la cosa, comienza a andar mientras mantiene la conversación. El perro, cada dos pasos mira hacia atrás, (juraría que con cara de remordimiento) echando la vista hacia donde había dejado su huella. Estoy segura que él era el único consciente que haber obrado mal. Dejar el pastel en medio de un parque lleno de niños no es de buenas personas.





Apostaría a que en la cabeza del perro rondaba esta estampa. Y apostaría aún más, que sería más fácil adiestrar al animal para que se hiciera cargo de sus cosas, que a la señora!!!


Miss Owl

jueves, 6 de octubre de 2011

Estanterías para las Lecturas

Este jueves me desmarco. No os voy a hablar de un libro, sino de un disco. Desde la primera vez que lo escuché me encantó así que ahora, os lo transmito. Tengo que decir que parto con cierta ventaja, pues además este verano asistí a un concierto de ella, en el que presentaba el nuevo trabajo. Sigue siendo ella, la dueña de esa voz femenina en clave de pop amable y divertidamente gamberro.

Se trata del último dico de Christina Rosenvinge, titulado "La Joven Dolores", muy acústico y muy íntimo, pero no por ello deja de ser muy divertido, como todos sus trabajos. Son doce canciones, o mejor dicho, doce historias completas, con su comienzo, su desarrollo y su fin, cantadas con la melodiosa y dulce voz de Christina.

De entre ellas, aunque me cuesta, destaco dos.
La primera es la "Canción del Eco"; es la fábula del joven Narciso, enamorado de sí mismo, y de la Ninfa Eco, que no puede más que repetir las últimas frases que acaba de oir.

La segunda,  es "La noche del incendio", una historia entre rara y divertida de un hombre que aparece y desaparece de la vida de alguien. Me encanta.

Pues lo dicho, desde este jueves de mucho calor, os recomiendo que escucheis el disco, y ya me contareis después... seguro que os gusta.





Miss Owl